Taller de contes
i relats breus DEURES – 19
Escriure un
relat d’entre mig foli i 1 foli i mig.
Narrador: 2a
persona
Temps: present
El narrador en segunda persona
(Extraído de Literautas)
En “Si una noche de invierno un viajero”, de Ítalo Calvino,
el narrador en segunda persona actúa a modo de un máster de juego de rol,
intentando que el lector se identifique con el personaje principal y se meta, a
través de la imaginación, en su propia piel.
Otra obra mucho más reciente que nos muestra un caso de narrador en segunda
persona es “Diario de invierno”, de Paul Auster. En esta
autobiografía novelada Auster se dirige al lector en segunda persona contando
su propia historia, ya que la idea que pretende que se desprenda del libro es
que sus emociones y vivencias son cotidianas, normales, y podrían ser las de
cualquier otro. De esta forma, a través del narrador en segunda persona, el
autor logra el curioso efecto de que el lector viva la vida del escritor como
si le hubiese sucedido a él.
Como muestra, aquí os dejo el inicio de Diario de Invierno:
“Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te
suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas
cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden
a cualquier otro”.
Y aquí va una lista de las principales características del narrador en
segunda persona:
El lector es el protagonista:
El narrador tiene que conseguir el efecto de que los acontecimientos de la
historia los protagoniza directamente el lector.
Describe e intuye:
La carga psicológica al escribir con este tipo de narrador es muy
importante. Como si de un buen máster de rol se tratase, el narrador tiene que
describir bien lo que ocurre para que el lector se visualice a sí mismo en medio
de la escena. Además, ha de intuir las reacciones del lector para poder
adaptarse a sus emociones y pensamientos. De otra manera, el lector se sentirá
estafado. Esto es, si quieres que se emocione, el narrador tendrá que lograr
que el lector se emocione a través de la descripción y de los acontecimientos.
De poco servirá que le digas: “Ahora estás emocionado” si no logras que llegue
a ese punto por su propio pie.
La ambientación es fundamental:
Precisamente para lograr que el lector se emocione o se divierta, que viva
la historia como propia y entre en el juego, la clave estará en la
ambientación. Tienes que crear una atmósfera real (que no necesariamente
realista) y con el peso suficiente como para envolver con ella al lector.
El tiempo es el presente:
El lector no tiene realmente los recuerdos que intentas generarle, no ha
vivido esas experiencias, sino que las está viviendo en tiempo presente. Por
eso es importante que uses los verbos en presente para dirigirte a él, como si
de un guión se tratase. El lector es el actor que interpreta el papel que tú
has creado.
De cualquier forma, piénsatelo bien antes de ponerte a escribir un texto en
segunda persona. Tiene que ser algo muy específico que de verdad lo requiera y
además hay que saber hacerlo bien, porque si no es muy posible que los lectores
se sientan confusos con este narrador.