Taller de contes
i relats breus DEURES – 27
Escriviu un relat de no més d’una pàgina.
Narrador: Editor
El narrador editor
El narrador se convierte
el editor (editor=quien hace públicos) de unos papeles que dice haber
encontrado o que le han confiado, y sobre los cuales puede opinar con libertad.
En este caso hay, en
realidad, dos narradores; uno seria aquel que escribió los papeles y otro el
propio narrador editor que dice haberlos encontrado. Este narrador editor juzga
y opina sobre la historia que ha hallado, y si es preciso completa la historia
desde la perspectiva del tiempo transcurrido.
Es un narrador muy útil para historias
críticas, irónicas y didácticas, aunque no exclusivo de ellas.
La dificultad mayor reside en
establecer una diferencia clara entre la voz del narrador que escribió la
historia y la de este narrador editor, de manera que tanto el lenguaje como el
estilo y el tono de ambos frente a la historia sean distintos.
Este tipo de narrador obliga
habitualmente a inventar una historia secundaria que explique cómo, cuándo y
porque llegaron los papeles que transcribe a manos del narrador editor.
Como oficial del ejército francés, me
tocó asistir al sitio de Zaragoza. Pocos días
después de la toma de la ciudad,
habiendo avanzado hasta un lugar apartado, descubrí una casita de muy buen
aspecto, que en principio pensé no había sido visitada aun por ningún francés.
Tuve la curiosidad de entrar, y llamé
a la puerta, pero al ver que no estaba cerrada, la empuje y entré. Aunque llame
y busque por toda la casa, no encontré a nadie.
Sin duda Se habían llevado todo lo que
tenía algún valor y ya no quedaban sobre las
mesas y en los muebles más que objetos
de poca importancia. En un rincón advertí,
sin embargo, esparcidos por el suelo
varios cuadernos escritos, y al echarles una
ojeada comprobé que contenían un
manuscrito en español. Aunque mi conocimiento de esa lengua es escaso, sabia lo
necesario para darme cuenta de era un texto entretenido, en el que se hablaba
de bandidos, de almas en pena y de adictos a la cábala; pensé que nada mejor
para distraerme de las fatigas de la campana que la lectura de una novela
extraña. Y convencido de que el curioso manuscrito no volvería ya a su legítimo
dueño, no vacilé en apropiármelo.
El manuscrito encontrado en Zaragoza
POTOCKI, Jan
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